Medicina Psico-Neuro-Biológica



 

  El organismo, nuestro cuerpo físico. La emoción, nuestro cuerpo energético.

Así como el dolor es una información que, corriendo por los nervios en forma de estímulo eléctrico, da cuenta de lo que le está pasando al organismo -que es nuestro cuerpo físico-;  la emoción es una información química que corriendo por la sangre da cuenta de lo  que le está pasando al espíritu, que es nuestro cuerpo energético.

Los longevos saludables son personas que se sienten protagonistas de las acciones de su vida, que están en el escenario, no en la platea.

El estrés —que aparece ante el miedo a no poder resolver ciertas cuestiones— presenta una respuesta biológica que se traduce en la forma de envejecer y de afrontar las transformaciones del cuerpo esperables del paso de los años.
Para el Dr. Hitzig, la biología es el terreno de estudio de las emociones, porque las reacciones suscitadas pueden medirse en sangre y evaluarse mediante el ascenso o descenso de hormonas que influyen en todos los aspectos del ser humano.

Actitudes y Conductas de longevos saludables:

Estudiando actitudes y conductas de los longevos saludables, podemos comprobar que son personas que se sienten protagonistas de las acciones de su vida, que están en el escenario, no en la platea.
Son individuos que con libertad y con coraje, se atreven a traer a la realidad el mundo de sus sueños, proyectos e ilusiones.
Desde sus pensamientos trasforman la incertidumbre en desafío.

La incertidumbre es una emoción altamente estresante, que disminuyendo la serotonina circulante y aumentando el cortisol, tiene un efecto adverso sobre el sistema inmunitario. El desafío, por lo contrario, genera un circuito neuroquímico hormonal que estimula la inmunidad, y por lo tanto las defensas y reparaciones del organismo.

Efectos de las variaciones hormonales en la prevención o en el desarrollo de enfermedades típicas del envejecimiento:

Podemos decir que de la mente se ocupa la filosofía; del pensamiento, la psicología; pero, de la emoción, se ocupa la biología, porque hasta es dosable en sangre. Por ejemplo, hoy en día andropausia y menopausia son prácticamente la misma cosa y el patrón está dado en el desbalance entre cortisol y DHEA, que es una hormona protectora del estrés y protectora del envejecimiento, no tanto por su acción en sí, sino porque evita la acción del cortisol. Cuando hay mucha DHEA circulando en sangre, va reduciendo la velocidad y retarda la aparición de las “osis”: artrosis, arteriosclerosis, dermatosis (envejecimiento cutáneo), etc., todos los estados de deterioro y desgaste biológico. Todas las enfermedades que tienen “itis” son agudas y, por lo general, está la adrenalina detrás: dermatitis, artritis, etc. Todo lo que tiene que ver con mucha inflamación, fulgurante, es adrenalínico, como una respuesta al estrés. Cuando el estrés se prolonga, aparece el cortisol.