La longevidad humana ya es un evento estadísticamente instalado y un hecho incuestionable. Todos vamos a vivir más. Los jóvenes de hoy serán los centenarios del tercer milenio y los adultos representan la masa poblacional en vías de envejecer más importante de la historia de la especie humana.
| Nunca antes tanta gente estuvo en vías de envejecer como quienes lo harán en los próximos veinte años |
Alcanza con echar una mirada a las estadísticas mundiales para comprobar que la longevidad es un hecho incuestionable. En toda la historia de la especie humana, nunca hubo tantos sesentones como los que hoy habitan el planeta, hasta el punto que se calcula que cada 40 segundos alguien, en algún lugar, está cumpliendo 60 años.
Representan, en su gran mayoría, al grupo de los baby boomers –nacidos entre 1946 y 1964– que, con sus preferencias, necesidades, gustos y preocupaciones características, tienen un peso importante en la economía del mundo.
La contundencia de los números hace pensar, necesariamente, en la calidad de ese envejecimiento, sobre todo porque nunca antes tanta gente estuvo en vías de envejecer como quienes lo harán en los próximos veinte años de este nuevo milenio.
La misma sociedad tecnológica que ha alcanzado la longevidad, paradójicamente se ve amenazada por su propio paradigma.
La biología del stress prolongado tiene una implicancia negativa sobre la calidad de la salud, la posibilidad de enfermar y la velocidad de envejecer.
Ahora bien, los seres humanos NO somos víctimas irremediables del paso de los años ¡cada uno puede hacer más por su envejecimiento de lo que cree que el envejecimiento hará con uno!
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